martes, 8 de octubre de 2013

Mejillones en salsa barbacoa




¡Buenos días, amigos!

Vuelvo a la cocina, y con muchas ganas de preparar platos ricos de nuestra gastronomía española. Hoy toca mejillones, pero con una salsa muy especial, y poco convencional: "barbacoa".

El mejillón es un alimento muy rico en calcio y en hierro, y sobre todo, tiene muy pocas calorías. Es uno de los alimentos que más hierro aporta al organismo, mucho más que algunas carnes, pescados y legumbres.  Además, se caracteriza por ser un marisco riquísimo en proteínas. Es un producto que, aparte de ser muy barato, puedes encontrarlo en pescaderías y supermercados de todos los puntos de España, tanto congelados, como frescos o en conserva. Está buenísimo, y lo puedes preparar solo o acompañado de algún otro ingrediente.

La receta de hoy es un clásico de bares y restaurantes del norte de España, aunque los puedes encontrar en cualquier parte. Esta vez no lo he copiado de ningún restaurante, no creáis que siempre estoy al acecho, jajaja, sino que ha sido una idea de José, no le vamos a quitar el mérito, al menos en esta ocasión. Un invento de los suyos, de esas veces que nos faltan ingredientes y cogemos lo primero que tenemos en la nevera, siempre que combine con los demás ingredientes, claro, pero en esta ocasión ha casado todo estupendamente, y ha salido un plato de lo más rico y nutritivo. Me sorprendió ese toque que le da la barbacoa, os estoy revelando un truco familiar, como se enteren me cuelgan del árbol más alto en un monte perdido de la mano de Dios, y ahí si que no me encuentra ni Sherlock Holmes. Espero que no llegue la sangre al río, jajaja.

Os dejo con la receta, y juzgar por vosotros mismos, probadla, y ya me contaréis.


INGREDIENTES

  • 1 KG DE MEJILLONES
  • 1 CEBOLLA
  • 1/2 CUCHARILLA DE PIMENTÓN DULCE
  • 1 CUCHARADA DE HARINA
  • 1 CUCHARADA DE SALSA BARBACOA
  • 2 O 3 CUCHARADAS DE TOMATE FRITO
  • ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA (AOVE)
  • 4 DIENTES DE AJO
  • UN POCO DE PEREJIL (UNA RAMITA)
  • 2 O 3 GUINDILLAS PEQUEÑAS (OPCIONAL)
  • SAL
DIFICULTAD
FÁCIL

TIEMPO
45 MINUTOS APROX

PREPARACIÓN



Lo primero es limpiar muy bien todos los mejillones, yo lo hago con un cuchillo no demasiado afilado. Es una tarea  un poco dura, por lo menos para mí, que me gustan bien limpios. Lavamos uno por uno, comprobando que estén cerrados, y quitando las cáscaras rotas, para más seguridad retiro los que veo que tienen las cáscaras rotas y están abiertos.




Cuando estén bien limpios, los pasamos a una olla, los ponemos al fuego con la tapa, y si queremos, un chorrito de agua. Dejadlos unos minutos, hasta que se abran los mejillones. Una vez abiertos, retiramos del fuego y los sacamos del jugo que han soltado, reservándolos en un bol. No es recomendable dejarlos demasiado tiempo al fuego, ya que se secarían y no quedarían jugosos.




Pelamos la cebolla, y la cortamos en juliana. En un cazo calentamos un chorrito de aceite de oliva a temperatura media.




Rehogamos la cebolla con un poco de sal. Dejamos que se vaya haciendo poco a poco, hasta que se vea blandita. Una vez que esté, se añade la cucharada colmada de harina y movemos, hasta mezclar los ingredientes. El fuego no tiene que estar muy fuerte, ya que se nos puede quemar la harina , y no quedaría un sabor muy agradable.




Añadimos la media cucharilla de pimentón, y volvemos a rehogar, siempre con el fuego medio. Después, las cucharadas de tomate frito, si es casero mucho mejor, pero no es imprescindible. Rehogamos de nuevo.




Añadimos el ingrediente clave de nuestro plato de mejillones: "la salsa barbacoa". Le da un sabor diferente, y muy característico. Mi salsa es Hunts, sólo lo he probado con esta marca, porque es la que nos gusta en casa. Supongo que se puedan utilizar otras marcas, pero no os puedo asegurar que sepa igual. Lo último que se añade es el caldo de los mejillones, lo tenéis que ir echando poco a poco, cubriendo el fondo, pero que no quede demasiado caldoso, a mí me gusta más bien espesito. Si no te gusta encontrar la cebolla se puede pasar por la batidora o el pasapuré. Yo la dejé sin pasar.




Lo dejamos hervir unos minutos, hasta que el caldo espese. Echamos dos o tres guindillas, depende de lo picante que nos guste, machacamos los dientes de ajo, el perejil, y lo añadimos a la salsa. Volvemos a cocer durante 10 minutos a fuego bajo. Colocamos los mejillones, quitando una parte de la cáscara. Servimos en una fuente, echando la salsa por encima de los mejillones, y ¡Listo!






Esto si que merece la pena.






Espero y deseo que os gusten los mejillones con la salsa barbacoa, a nosotros nos parecen una delicia . 
Os espero.
Gracias por estar y por vuestros comentarios.
¡Feliz semana a todos!
¡¡¡Hasta pronto!!!












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